Carga eléctrica por frotación. Determinados objetos pueden cargarse eléctricamente tras ser frotados el uno contra el otro, ya que este contacto despoja de los
electrones externos a uno y los transfiere al otro, energéticamente favorable. Este objeto queda, así, cargado electronegativamente, mientras que el otro queda cargado electropositivamente. Esto será mucho más potente si los materiales frotados son aislantes.
Carga eléctrica por inducción. Otro mecanismo de carga de electricidad estática requiere del contacto entre un material ya cargado electronegativamente y otro sin cargar. El contacto físico ocasiona que el objeto sin carga se polarice: los electrones superficiales huyan al extremo opuesto del contacto y carguen negativamente el extremo, mientras que el lugar del contacto se carga positivamente. Esto se traduce en una fuerza eléctrica neta, a pesar de que el segundo objeto carezca de carga eléctrica como tal.