FOCOS AUSCULTATORIOS CARDÍACOS
La auscultación del corazón requiere una excelente audición y la capacidad de distinguir diferencias sutiles en el tono y la duración. Los médicos con problemas de audición pueden usar estetoscopios con amplificación. Los sonidos agudos se auscultan mejor con el diafragma del estetoscopio. Los sonidos de tono bajo se escuchan mejor con la campana. Debe ejercerse muy poca presión cuando se utiliza la campana. El exceso de presión convierte la piel subyacente en un diafragma y elimina sonidos de muy bajo tono.
Debe examinarse todo el precordio en forma sistemática desde el sitio sobre el que se ausculta el choque de la punta con el paciente en decúbito lateral izquierdo. Luego, el paciente debe rotar al decúbito supino y la auscultación debe continuar en el borde esternal inferior izquierdo, avanzar en dirección cefálica para auscultar cada espacio intercostal y luego en dirección caudal desde el borde esternal derecho superior. El médico también debe auscultar sobre la axila izquierda y por encima de las clavículas. A continuación, el paciente debe sentarse erguido para auscultar la espalda, luego inclinarse hacia adelante para contribuir a la auscultación de los soplos diastólicos aórtico y pulmonar o los roces pericárdicos.
Los hallazgos principales en la auscultación son: ruidos cardíacos, soplos, roces.
- Ruidos cardíacos: son sonidos breves y transitorios producidos por la apertura y el cierre de las válvulas; se dividen en sistólicos y diastólicos.
- Soplos: son el resultado de la turbulencia del flujo sanguíneo y son más prolongados que los ruidos cardíacos; pueden ser sistólicos, diastólicos o continuos. Pueden graduarse en función de su intensidad, localización y ubicación respecto del momento del ciclo cardíaco.
- Roces: se deben al movimiento de adherencias inflamatorias entre las capas visceral y parietal del pericardio. Son agudos o ásperos y pueden ser sistólicos, diastosistólicos o trifásicos (cuando la contracción auricular acentúa el componente telediastólico). El frote suena como piezas de cuero que se frotan entre sí. Los frotes se auscultan mejor con el paciente inclinado hacia delante o sostenido sobre las manos y las rodillas con contención de la respiración tras la espiración.