Siendo los sistemas de calefacción sustentable que atacan uno de los principales problemas, se puede obtener como resultado,  un posible mejoramiento de la calidad del aire, una mejor interacción con el medio ambiente, un aprovechamiento de recursos para la generación de energía y su conservación, una estandarización en los sistemas de edificación climatizados, centralización y distribución de los recursos energéticos para la calefacción, permitiendo no solo la autonomía en los medios de calefacción a nivel individual, si no que con planes distribuidos se logra "compartir" el recurso energético.