La efectividad de las medidas políticas es fuertemente afectada por los fenómenos de racionalidad limitada y desatención racional. Estos fenómenos devienen de las interrelaciones comunicativas entre autoridades versus el llamado público general y racional desatento. En el marco de estas relaciones comunicativas, se debate el posible surgimiento de paradojas pragmáticas que inciden en la efectividad de las decisiones de política económica.
En los últimos años han ido apareciendo diferentes visiones que, ante la existencia de fenómenos de racionalidad limitada, suponen que la posibilidad de aprendizaje en los agentes encuentra una explicación asintótica (tienden a converger) con el paradigma de expectativas racionales (Evans y Honkapohja, 2001). Ideas similares sostenían Garratt y Hall (1995), quienes afirmaban que los procesos de aprendizaje podían acelerar la convergencia de la economía hacia el equilibrio y situarla en un sendero del estado estacionario. Adicionalmente, también valiéndose de ideas de adaptative learning, otros enfoques como Al-Eyd y Hall (2006), han intentado avanzar en la búsqueda de reglas monetarias óptimas. Igualmente, en este último caso, los autores estudiaron principalmente el caso de reglas lineales y no lineales, ensayando tanto la inclusión de un supuesto de racionalidad limitada como el movimiento de la variable tipo de cambio. El trabajo pretendía representar con mayor precisión la realidad de economías que muestran elevados niveles de endeudamiento en dólares y corren el riesgo de sufrir crisis. De todos modos, un análisis similar, incluyendo un supuesto de bounded rationality (racionalidad limitada), se podría realizar con diferentes reglas de política monetaria, sin ser lineales e incorporando diferentes componentes que permitan representar las características estructurales más significativas de cada economía.