Hoy en día se estima que cerca de 10 000 familias en Nicaragua, Honduras y Guatemala adoptaron prácticas de conservación de suelos a través de la metodología de capacitación “campesino a campesino”. La adopción de estas prácticas en laderas llevo a triplicar los rendimientos de maíz y frijol de 400kg/haa1200-1600kg. Este aumento de la producción de grano por hectárea aseguró que las 1 200 familias que participaron en el programa pudieran garantizar el suministro de grano para el año siguiente. Una de las prácticas más comunes fue la introducción del frijol terciopelo (Mucuna pruriens), que puede fijar hasta 150 kg de nitrógeno por hectárea, y producir hasta 35 toneladas de materia orgánica al año para que los agricultores logren mayor producción de maíz. La inversión de trabajo para el deshierbe se redujo en 75% y los herbicidas se eliminaron por completo. Gracias a la red Campesino a Campesino, la difusión de estas tecnologías se ha realizado rápidamente. En un año, más de 1 000 campesinos recuperaron tierras degradadas en la cuenca de San Juan, Nicaragua. Los análisis económicos de estos proyectos indican que la adopción de cultivos de cobertura ha reducido la utilización de fertilizantes químicos (de 1 900 a 400 kg/ha), a la vez que aumentaron los rendimientos de 700 a 2 000 kg/ha con bajos costos de producción. Las ventajas de estos rendimientos se aprecian al compararlos con los de los agricultores que aún mantienen monocultivos y usan fertilizantes agroquímicos \cite{leff2002}.
Desde 1980 han existido en Chile organizaciones no gubernamentales (entre ellas el Centro de Educación y Tecnología (CET), pioneras en la aplicación de estrategias de desarrollo rural con base agroecológica, destinadas a ayudar a los campesinos para lograr su autosuficiencia alimentaria durante todo el año y, a la vez, reconstruir la capacidad productiva de sus pequeñas parcelas. El enfoque ha consistido en establecer varias fincas modelo pequeñas, con una secuencia rotativa espacial y temporal de cultivos de forraje y verduras, con árboles frutales y forestales en los bordes que e integran animales mayores y menores. Los componentes se eligen según las contribuciones nutritivas de los cultivos a las etapas rotativas subsiguientes, su adaptación a las condiciones agroclimáticas locales, hábitos locales de consumo y oportunidades de mercado. La rotación se diseña para producir la máxima variedad de cultivos básicos en seis lotes, aprovechando las propiedades de restauración del suelo y el incremento del control biológico resultado de la diversidad vegetal. Los árboles frutales en el huerto y cercos vivos, así como también los cultivos forrajeros son altamente productivos. Los animales proporcionan huevos y leche a la familia. Un análisis nutricional del sistema demuestra que, para una familia típica, después de lograr suplir el 95% de sus necesidades alimenticias, queda un superávit de 250% de proteína, 80% y 550% de vitamina A y C respectivamente, y 330% de calcio. El análisis económico familiar indica que el balance entre vender el superávit y comprar artículos preferidos genera un ingreso neto anual cercano a 790 USD. El monto del ingreso no considera la disminución de 40% en los costos de producción. Si la producción de la finca se vendiese a precio de mayorista, la familia \cite{altieri}.