Delimitación del tema
El presente estudio se circunscribe a los agricultores de la región sombreretes orientados a un manejo sustentable de su medio ambiente ayuda a mejorar la alimentación y los niveles de ingresos. Sin embargo, para que sea efectivo es necesario iniciar un proceso participativo en la concientización sobre las causas del deterioro ambiental, revalorizar los conocimientos tradicionales y los activos agroecológicos como alternativas para tener un modo de vida sustentable.
Marco teorico
Según \cite{paredes2005} en el manejo ecológico del suelo es el conjunto de prácticas adecuadas que proporcionan las condiciones al suelo para una buena actividad biológica, permitiendo el mejoramiento y mantenimiento de su fertilidad natural (física, química y biológica) con la finalidad de garantizar la buena productividad de los cultivos.
Antecedentes
Según \citet{chiapas2006} el estado de Chiapas, al sureste de México, es uno de los más importantes productores de café del país. La mayor parte de su producción la realizan agricultores de pequeña escala en cafetales de menos de dos hectáreas, y más del 90 por ciento de la producción se exporta a Estados Unidos y Europa. Durante los últimos 20 años, más de 10.000 de estos agricultores han optado por la producción orgánica, beneficiándose así de mejores condiciones de mercado. La principal motivación de los productores para emprender el proceso de transición a dinámicas agroecológicas es la de obtener mejores precios en el mercado para sus productos.
Arte Natura, trabaja en la región conocida como Meseta Comiteca, cercana a la frontera de México con Guatemala. Sus acciones se dirigen al fortalecimiento de las capacidades de la población local para el desarrollo sostenible, lo que realizan a través del asesoramiento en temas específicos y mediante la organización de cursos y talleres de capacitación. El marco general en que se desarrollan sus actividades es la implementación de una agricultura de bajos insumos externos y la construcción de un mercado abastecido local mente y auto suficiente. Son conscientes de que la transición a la agricultura orgánica no es sencilla ni inmediata, y de que en el proceso influyen muchos aspectos además de la simple aplicación de los estándares de la producción orgánica, la obtención de certificaciones y la exportación de los productos. Con el interés de reforzar y mejorar los servicios que aporta a los agricultores y sus organizaciones, Arte Natura realizo un estudio para identificar los aspectos más importantes de los procesos de transición y de la forma en que son abordados por las organizaciones. El estudio se realizó con cinco organizaciones sociales que tienen su área de influencia en diferentes regiones de Chiapas y que están interesadas en la adopción de técnicas agroecológicas. Tres de ellas se dedican al cultivo de café, una al cultivo de litchie (Litchi chinensis) y una más a la explotación forestal. Una de las organizaciones ya produce café orgánico certificado y está incursionando en la producción de miel orgánica, mientras que las más jóvenes están empezando a capacitarse para la transición. La mayoría de los agricultores pertenecen a la etnia tzotzil (una de las etnias de origen maya en México). Por medio de un proceso de participación comprometida \cite{garca}. Arte Natura enfoco la problemática de acompañamiento de las organizaciones sociales a través de cinco ejes de análisis: organización, técnicas, comercialización, financiamiento y relaciones con otros. La estrategia de investigación, iniciada en abril de 2004, incluyo visitas de campo, entrevistas y discusiones de grupo con agricultores de las cinco organizaciones y con personal técnico de las distintas ONG que las apoyan. También se programó una reunión para la presentación de los resultados y observaciones preliminares para obtener retroalimentación de todos los actores. Durante los siguientes 18 meses, agricultores y personal técnico cooperaron con el estudio, aunque en ocasiones fue difícil sistematizar sus opiniones, pues algunos agricultores se mostraban reacios al sentir que se trataba de un proceso de evaluación comisionado por alguna institución para calificar sus progresos o sus fracasos. Otro obstáculo se encontró en la negativa del personal técnico a discutir áreas que quedaban fuera de su ámbito de trabajo profesional. Fuera de estas dificultades, las discusiones y el análisis produjeron información valiosa, mostrando algunos patrones compartidos por los distintos procesos de transición. Todas las organizaciones mencionaron la necesidad de trabajar en diversos aspectos técnicos esenciales para la transición a sistemas de producción orgánica. El primero de estos temas fue el manejo de plagas. Las cinco organizaciones han realizado alguna técnica agroecológica para el control de plagas, dado el impacto negativo que estas tienen sobre la productividad, tanto por los efectos sobre los cultivos como por los costos y el deterioro a largo plazo que acarrea el uso de plaguicidas químicos. Otra tecnología que ha tenido bastante aceptación es la construcción de barreras vivas dentro o alrededor del terreno, y hechas con árboles y arbustos o con hierbas entre los surcos. La importancia de estas barreras está en una mayor estabilidad del agro ecosistema a través de la protección contra el viento y de su papel en el control de plagas. En tercer lugar, dos organizaciones han aplicado técnicas de diversificación de cultivos y conservación de suelos. La diversificación representa para los agricultores una mayor capacidad de recuperación en caso de desastres naturales, sequía severa o ataque de plagas. En suma, la productividad y la estabilidad son atributos del sistema que interesan a los productores en los primeros pasos de la transición hacia la agroecología. En cambio, la resiliencia (la capacidad de los agro ecosistemas para reponerse de impactos negativos y restituir sus características) es un atributo que interesa a quienes están más adelantados en el proceso y, por lo tanto, comienzan a planificar sus acciones a largo plazo, requisito indispensable en la agroecología. Pero el análisis realizado por Arte Natura mostró que los agricultores también tienen en cuenta otros aspectos, más allá de lo técnico, relacionados con los amitos social y económico.
Hoy en día se estima que cerca de 10 000 familias en Nicaragua, Honduras y Guatemala adoptaron prácticas de conservación de suelos a través de la metodología de capacitación “campesino a campesino”. La adopción de estas prácticas en laderas llevo a triplicar los rendimientos de maíz y frijol de 400kg/haa1200-1600kg. Este aumento de la producción de grano por hectárea aseguró que las 1 200 familias que participaron en el programa pudieran garantizar el suministro de grano para el año siguiente. Una de las prácticas más comunes fue la introducción del frijol terciopelo (Mucuna pruriens), que puede fijar hasta 150 kg de nitrógeno por hectárea, y producir hasta 35 toneladas de materia orgánica al año para que los agricultores logren mayor producción de maíz. La inversión de trabajo para el deshierbe se redujo en 75% y los herbicidas se eliminaron por completo. Gracias a la red Campesino a Campesino, la difusión de estas tecnologías se ha realizado rápidamente. En un año, más de 1 000 campesinos recuperaron tierras degradadas en la cuenca de San Juan, Nicaragua. Los análisis económicos de estos proyectos indican que la adopción de cultivos de cobertura ha reducido la utilización de fertilizantes químicos (de 1 900 a 400 kg/ha), a la vez que aumentaron los rendimientos de 700 a 2 000 kg/ha con bajos costos de producción. Las ventajas de estos rendimientos se aprecian al compararlos con los de los agricultores que aún mantienen monocultivos y usan fertilizantes agroquímicos \cite{leff2002}.
Desde 1980 han existido en Chile organizaciones no gubernamentales (entre ellas el Centro de Educación y Tecnología (CET), pioneras en la aplicación de estrategias de desarrollo rural con base agroecológica, destinadas a ayudar a los campesinos para lograr su autosuficiencia alimentaria durante todo el año y, a la vez, reconstruir la capacidad productiva de sus pequeñas parcelas. El enfoque ha consistido en establecer varias fincas modelo pequeñas, con una secuencia rotativa espacial y temporal de cultivos de forraje y verduras, con árboles frutales y forestales en los bordes que e integran animales mayores y menores. Los componentes se eligen según las contribuciones nutritivas de los cultivos a las etapas rotativas subsiguientes, su adaptación a las condiciones agroclimáticas locales, hábitos locales de consumo y oportunidades de mercado. La rotación se diseña para producir la máxima variedad de cultivos básicos en seis lotes, aprovechando las propiedades de restauración del suelo y el incremento del control biológico resultado de la diversidad vegetal. Los árboles frutales en el huerto y cercos vivos, así como también los cultivos forrajeros son altamente productivos. Los animales proporcionan huevos y leche a la familia. Un análisis nutricional del sistema demuestra que, para una familia típica, después de lograr suplir el 95% de sus necesidades alimenticias, queda un superávit de 250% de proteína, 80% y 550% de vitamina A y C respectivamente, y 330% de calcio. El análisis económico familiar indica que el balance entre vender el superávit y comprar artículos preferidos genera un ingreso neto anual cercano a 790 USD. El monto del ingreso no considera la disminución de 40% en los costos de producción. Si la producción de la finca se vendiese a precio de mayorista, la familia \citet{altieri}.