1. ANTECEDENTES DEL PROBLEMA
Antes de comenzar, es necesario mencionar que, en base a las sociedades empresariales ya existentes a nivel nacional, nos daremos a la tarea de indagar el como lograron crearse y a su vez tener éxito en el ámbito corporativo.
Los cambios estructurales acontecidos en nuestro país desde la década del 90, han
producido modificaciones en las condiciones en que opera la economía que han obligado a
las Pymes a un replanteo estratégico para adaptarse a las nuevas exigencias competitivas. La globalización económica si bien por un lado, brinda oportunidades de acceso a
nuevos mercado como consecuencia de los avances en los flujos de información, tecnología
y capital, por otro, para el sector Pyme en particular, trae aparejado amenazas que exigen a
las empresas un cambio de estrategias a fin de lograr una mayor eficiencia para afrontar la
competencia. En este nuevo escenario, la forma de funcionamiento tradicional de las Pymes se ha
visto en la necesidad de encarar procesos de reconversión para sobrevivir en el mercado.
No obstante ello, a pesar de la flexibilidad que caracteriza a este sector, una gran parte del
mismo no ha podido afrontar con éxito las nuevas condiciones imperantes. Frente a esta
realidad, el desarrollo de capacidades innovadoras, se convierte en un elemento
fundamental para la búsqueda de una mayor competitividad; a raíz de ello, se considera un modelo capaz de sobrellevar el desarrollo y crecimiento de las Pymes llamado Asociatividad \cite{pymes,poliak1999}.
Según \citep{poliak2001} “Cuando hablamos de asociatividad, incluimos una cantidad de conceptos, como acuerdos,
alianzas estratégicas, articulación entre grandes empresas y pymes, eslabonamientos
productivos, redes. Pero fundamentalmente es una estrategia de colaboración colectiva, que
está vinculada a negocios concretos; es una herramienta al servicio de un negocio. Las
empresas, en ese contexto, desarrollan un esfuerzo colectivo para la concreción de
objetivos comunes, que pueden ser muy disímiles, desde comprar en común programas de
investigación y desarrollo o mejores posicionamientos en la cadena de valor para su
esquema de negociación”.
Ahora bien, la asociatividad tiene varios ejemplos que han dado resultado benéfico a varias empresas, tomando en cuenta diversas perspectivas ejemplares como lo son algunas asociaciones empresariales nacionales.
Según \citep{luna1998} indica que tras el estudio realizado con la finalidad de conocer la contribución e impacto que han tenido las Asociaciones Empresariales (AEs), se argumenta que México tiene un gran capital institucional. Una gran cantidad de empresas mexicanas, están organizadas desde hace mucho tiempo en un sistema altamente complejo que abarca una enorme variedad de asociaciones. Este tipo de modelo, asegura que las organizaciones tendrán acceso a recursos que permitan introducir innovaciones prácticas que las hagan más competitivas.
Integrando en sí al Consejo Coordinador Empresarial, fundado en 1976; ha sido base importante para poder clasificar algunas asociaciones mexicanas, que se han creado para un crecimiento propio. Como se muestra en la fig \ref{118086} , dicha tabla indica un ejemplo de sociedades corporativas en México a partir de 1999.