La primera y más importante tarea del abógalo será el examen al detalle del contrato. El abogado es el experto que se encargará de asegurar la seguridad de la transacción.  Además el abogado vigilará que el inmueble en el que se está interesado  no tenga cargas “ocultas” y que en las condiciones establecidas en el contrato, no haya cláusulas envenenadas que puedan traernos sorpresas desagradables en el futuro y que puedan dar al traste con nuestro patrimonio por cuestiones legales.