Introducción


Un polarizador lineal está formado por un material que únicamente permite el paso de luz cuyo campo eléctrico vibre paralelamente a una dirección determinada, conocida como eje de transmisión del polarizador. La ley de Malus expresa cuantitativamente la relación entre la intensidad I0 de la luz incidente, el ángulo θ que su plano de vibración forma con el eje de transmisión y la intensidad I de la luz transmitida: It= I0 cos² (θ) (1) Ley de Malus. Por eso, si sobre un polarizador lineal se hace incidir luz linealmente polarizada, la intensidad de la radiación que lo atraviesa irá disminuyendo progresivamente a medida que el ángulo θ vaya aumentando. Obsérvese que la ecuación (1) predice la extinción de la luz que atraviesa el polarizador cuando θ = 90º.


Por otro lado, si la luz natural incide sobre una superficie transparente (por ejemplo de vidrio), bajo un determinado ángulo de incidencia i, se produce una reflexión de la luz, siendo el ángulo reflejado igual al incidente, y una refracción con un ángulo que designamos con re . El haz reflejado presenta unas características diferentes que el refractado. Ambos están parcialmente polarizados, pero en el haz reflejado predomina la componente del vector E que está en una dirección paralela a la superficie de Ep y además existe un determinado ángulo de incidencia, llamado ángulo de Brewster, para el que el haz reflejado está totalmente polarizado en la dirección paralela a la superficie, esto es, solamente existe la componente de Ep del campo eléctrico. En la figura 1, el vector E se puede descomponer en dos componentes perpendiculares entre sí, una que es perpendicular al plano de incidencia Ep y otra contenida en ese plano En.  La luz incidente es luz no polarizada, mientras que la reflejada está polarizada linealmente en dirección paralela a la superficie de reflexión, en cambio la refractada se encuentra parcialmente polarizada, conservando las dos componentes del campo eléctrico. El ángulo θB para el que se produce una luz reflejada totalmente polarizada linealmente, se denomina ángulo de Brewster y entonces el rayo reflejado y el refractado son perpendiculares.  Si designamos con n al índice de refracción de la lámina de vidrio y aproximamos por 1 al del aire, se cumple cuando el ángulo de incidencia es el de Brewster: tg(θB) = n.