- Introducción
A pesar del auge de los denominados MOOCs, de las expectativas que las convocatorias de su celebración producen en la población mundial –potencial alumna, o consumidora podría incluso decirse–, la efectividad / eficiencia de sus resultados se encuentra en entredicho: «el diseño pedagógico, las plataformas que los sustentan y los altos índices de abandono de los cursos de los alumnos inscritos afecta directamente a la sostenibilidad de los MOOC»
\cite{a}(Aguaded y Medina-Salguero, 2015). Estos mismos autores observan que «los esfuerzos sobre la calidad en los MOOC se están derivando más hacia el camino del marketing que hacia el diseño de una instrucción de aprendizaje adecuado y de calidad.». Sin embargo, «(...) para 2016 más de 500 universidades estarán impartiendo 4200 cursos a 35 millones de estudiantes.» y «Durante 2015 más de 350 empresas se aliaron con Coursera o Udacity (...)».
Ithaí Bras Ruiz 2016Aunque no existe información global y consolidada sobre la audiencia mundial de los MOOC, su número de alumnos registrados y el tanto por ciento que termina el curso, sí pueden encontrarse estudios como el de Jordan (2015) que, extendiéndose de 2011 hasta el primer semestre de 2015, ofrece información y datos sobre 15 plataformas. Basándose en este estudio, una posible representación gráfica de la evolución MOOC en cuanto al número de alumnos matriculados y tanto por ciento que los completan sería la siguiente: