¿Quiénes tomaron las” fotos”?
Veinticinco académicos de cinco diferentes institutos de investigación formaron un equipo multidisciplinario que, durante dos años (2017-2019), tomó y recolectó estas “fotos” junto a la población local. Seleccionamos las “fotos” más antiguas y recientes que mostraran una amplia visión de la riqueza de la naturaleza marina y los elementos históricos relevantes. Las “fotos" más relevantes mostraron el complejo escenario en el que la pesca y la extracción de petróleo estaban compitiendo y afectando a las comunidades costeras.
¿Cómo tomaron o recolectaron las “fotos”?
Los participantes del proyecto utilizaron diferentes enfoques, así como los fotógrafos usan diferentes equipos como cámaras, tripiés y lentes para capturar cómo perciben la pesca y la extracción de petróleo. Sin embargo, algunas “fotos” se obtuvieron de colecciones históricas, investigaciones académicas o instituciones gubernamentales.
¿Qué encontramos en las “fotos”?
En general, esta información o “fotos” capturaron la relación entre personas dedicadas a la pesca y trabajadores petroleros a lo largo de los años. Tal relación ha ido de lo formal a lo informal y del encuentro al desencuentro. Hemos identificado a más de 50 actores sociales visibles como PEMEX, cooperativas pesqueras, autoridades, universidades, organizaciones de la sociedad civil, y mujeres y niños [que se ven afectados]. En esta red de gobierno se han creado algunas “reglas del juego” que permiten que ambas actividades coexistan en un juego desigual y cambiante \cite{la_Cruz_2020}
Descubrimos que las personas dedicadas a la pesca reciben una compensación financiera por el impacto que causa la extracción de petróleo, pero sienten que su vocación no se tiene en cuenta y están siendo desposeídos de su actividad productiva (Ramos-Muñoz 2019).  Estas personas también sienten que trabajan en un contexto de inseguridad y desconfianza, donde fueron gradualmente excluidos y abandonados. 
También pudimos identificar qué especies de peces tenían mayor relevancia económica. Además, descubrimos que hay alrededor de 32 pesquerías en las costas de Tabasco y Campeche, donde la cría de mejillones y la pesca de pargo rojo tienen el potencial para alcanzar metas sostenibles en breve, pero se necesita más investigación al respecto. Es importante destacar que también analizamos el papel de las mujeres en la pesca, una actividad tradicionalmente dominada por los hombres.
Otro hallazgo significativo es que la pesca provee alimento a los hogares de la gente que se dedica a esta actividad, lo que representa el 30% de sus ingresos totales  \cite{jm2019}.
Finalmente, para mejorar la sostenibilidad de ambas actividades, debemos prestar especial atención a algunas “fotos” capturadas en las comunidades: 1) la mayoría de los jóvenes y las mujeres en estas comunidades costeras muestran disposición para expandir sus actividades productivas; un ejemplo es la acuicultura; 2) el renacimiento de la industria petrolera crea una atmósfera de optimismo, pero a las comunidades les gustaría estar mejor informadas; 3) es urgente establecer vínculos con las comunidades para mejorar la comunicación y alcanzar acuerdos con capacidad de consenso, bajo reglas claras y transparentes.